¡Bienvenidos/as de nuevo!
En esta entrada os presentaré los
contenidos y actividades relativos al tema 11 de la materia de Didáctica, que giró
en torno a la evaluación, su tipología, características, instrumentos, etc. Durante
la sesión y media que dedicamos a este tema, nos centramos sobre todo en la evaluación
formativa y revisamos distintas estrategias para incluirla en el aula, descubrimos
cómo diseñar rúbricas como instrumento de evaluación, y reflexionamos sobre la
importancia de aportar a nuestro alumnado un feedback constructivo a lo
largo del proceso de enseñanza-aprendizaje. Interesante, ¿verdad? ¡Pues continúa
leyendo!
- Evaluación formativa: es aquella que monitoriza el aprendizaje del alumnado para proporcionar un feedback continuo con el objetivo de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
- Evaluación inicial o diagnóstica: es aquella que se realiza como primera toma de contacto con el alumnado para conocer su realidad en cuanto a la materia en cuestión e identificar posibles campos de mejora.
- Evaluación final o sumativa: es la que se encarga de estudiar los resultados de un proceso de aprendizaje una vez que ha finalizado.
Este último tipo de evaluación es el que habitualmente asociamos con una calificación numérica final y el más empleado en el sistema educativo español. Llegados a este punto, creo que es necesario también matizar que los términos de evaluación y calificación no deberían emplearse nunca como sinónimos. La evaluación es un proceso mucho más complejo y continuo cuyo principal objetivo es conocer cómo evoluciona cada alumno/a para, como docente, actuar en consecuencia, mientras que la calificación es la simple otorgación de una nota numérica al trabajo puntual de un determinado estudiante. Entre las características que deben ser intrínsecas a una buena evaluación, destacaríamos que ha de ser transparente, tener unos objetivos claros, ser consistente, obtener medidas múltiples y proporcionar un feedback descriptivo.
Ahora que tenemos claros los anteriores conceptos, ¿cuáles serían los instrumentos que están a nuestro alcance como futuros docentes de lenguas extranjeras para evaluar? Pues podríamos utilizar, por ejemplo, el método de observación en el aula, cuestionarios, entrevistas, portafolios, diarios, baremos, etc. Pero sin duda, bajo mi punto de vista, una de las herramientas más efectivas es la rúbrica, a la que dedicamos buena parte de la primera sesión. Podríamos definir rúbrica como un conjunto de criterios coherente para el trabajo del alumnado que incluye una serie de descriptores y niveles de desempeño. Normalmente, se presenta en formato cuadro o tabla y es determinante facilitársela a los alumnos/as previamente para que conozcan qué aspectos de su trabajo se van a evaluar y cómo, incluso diseñándola conjuntamente para que comprendan las intenciones del aprendizaje y criterios de evaluación, y adquieran una mayor responsabilidad sobre su desempeño. En el siguiente vídeo encontraréis información detallada sobre este instrumento de evaluación y los pasos para diseñarlo de forma correcta:
Aunque a priori no parezca una tarea
complicada, la realidad es que mediante la práctica que hicimos en el aula (elaborando en mini grupos la rúbrica para evaluar la actividad de mediación que
habíamos diseñado en una de las sesiones anteriores), nos dimos cuenta de la
dificultad que entraña y que no es difícil caer en errores como confundir la
tarea en sí con el objetivo de aprendizaje, mezclar destrezas o no ser lo
suficientemente claras a la hora de redactar los descriptores creando confusión
entre el alumnado. Esta práctica me pareció especialmente interesante y me hizo
reflexionar sobre la importancia de nuestro rol evaluador, cómo podemos a
través del instrumento empleado conseguir que nuestro alumnado obtenga los
mejores resultados y la gran influencia que ejerce la manera en la que
aportamos nuestro feedback en la motivación y rendimiento de los
alumnos/as.
Al hilo de lo anterior, nuestra
docente Cristina nos presentó los resultados de un experimento llevado a cabo
por la profesora Ruth Butler en 1988, en el que a tres grupos de alumnos/as se
les evaluaba de tres formas diferentes: ofreciéndoles solamente una nota, una
nota con comentarios y solo comentarios. No es casualidad que el grupo que
mejoró significativamente su rendimiento fue aquel que solo recibió comentarios
por parte de la docente, probablemente gracias a la retroalimentación constructiva recibida y a no asociar sus resultados a una nota numérica con la que podrían
confirmarse, sin reparar en la importancia de su aprendizaje. Me resultó también
muy inspirador el vídeo del profesor Dylan Wiliam en el que hablaba sobre el ego-based
vs. task-based feedback, sobre el que resolvimos una actividad de verdadero/falso.
¡Hola, Antía!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu entrada y lo claro que está todo. A mí también me pareció bastante complicado el tema de elaborar una rúbrica. Desde luego, es muy sencillo terminar metiendo la pata, aunque sea sin querer.
Por otro lado, a mí también me alegra que cada vez sea más importante analizar el proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos y no solo poner una calificación final. Creo que eso no aporta nada enriquecedor al alumno y tampoco ofrece un resultado justo, ya que nos hemos encontrado muchas veces con alumnos que se esfuerzan mucho, pero igual los resultados finales no son igual de buenos. Sin duda, este tema da para mucho.
Me ha encantado tu entrada. Un abrazo :)
¡Hola, Vania!
EliminarMil gracias por tu comentario y felicitación por esta entrada. Tienes toda la razón, creo que la forma en la que se evaluaba casi en exclusiva hasta hace no tanto tiempo, a través de calificaciones, no es nada justa con el alumnado ni tampoco efectiva a la hora de mejorar su rendimiento y motivación. Es un tema complejo, pero estoy segura de que las futuras generaciones de docentes (¡como nosotras!) intentaremos ser parte del cambio en este aspecto😊.
¡Un abrazo!
¡Hola, Antía!
ResponderEliminar¡Qué entrada tan instructiva! Me ha parecido muy interesante el vídeo que has incluido sobre las rúbricas. Explica muy bien el proceso y en qué debemos centrarnos a la hora de elaborar la rúbrica, ¡gracias por compartirlo!
Por mi propia experiencia y después de leer varias entradas del blog de compañeras correspondientes a este tema, veo que todas llegamos a la misma conclusión en cuanto a la elaboración de las rúbricas: ‘son complicadas de elaborar’. Al poner en práctica el diseño de la rúbrica nos hemos dado cuenta de que no es nada fácil de hacer y que es muy sencillo equivocarse bien al escoger criterios o, sobre todo, al redactar los descriptores. El error de nuestro grupo fue crear descriptores que eran un poco ambiguos, ya que no se centraban específicamente en la tarea que habíamos diseñado. Pero bueno, para eso sirven las actividades, ¡para aprender de los errores!
Una entrada completísima, Antía :)
¡Un besiño!
¡Hola, Vanesa! Muchas gracias por tu comentario y buenas palabras😊.
EliminarMe alegro mucho de que te haya gustado el vídeo sobre las rúbricas, la verdad es que me pareció interesante incluirlo en la entrada porque explican con todo detalle el proceso de diseño . A nuestro grupo le pasó un poco lo mismo durante la práctica que hicimos en clase… Elegimos unos criterios acertados para la actividad pero a la hora de redactar los descriptores para cada nivel nos costó un poco más expresarnos con claridad. En definitiva, ¡todavía nos queda mucho que aprender pero vamos dando pasitos en positivo!
Un besiño y ¡buen fin de semana!😉
Ola Antía! Noraboa pola túa entrada é súper clara e detallada e os recursos que proporcionas (vídeo e infografía) axudan moito a comprender mellor as distintas maneiras de avaliar. Concordo co que postulas na túa entrada, e maís co que din as compañeiras, con respecto á necesidade de avanzar cara un sistema de avaliación máis xusto e equitativo. Por desgracia aínda se lle pon demasiada énfase ó exame final, o cal para moito do alumnado non é sempre bo: todos sabemos que existen moitísimas variables que afectan ó rendemento destes (nerviosismo, problemas familiares, estrés...) e que poden interferir nesta nota final.
ResponderEliminarComo ben mencionas ti, penso que a rúbrica é unha ferramente extraordinaria para este tipo de avaliacións e penso que foi un gran acerto facernos deseñar a nosa propia, xa que eu non tiña tan claro como se tiña que realizar unha boa rúbrica nin o importante que era que esta se alineara ben cos obxectivos da actividade a avaliar.
Unha aperta!
Ola Ildara! Moitas grazas polo teu comentario, alégrome moito de que che gustara esta entrada e atopases interesantes o vídeo e a infografía sobre as rúbricas😊.
EliminarPois si, totalmente de acordo contigo, penso que este tema fíxonos reflexionar sobre o peso excesivo dos exames finais e cualificacións numéricas no sistema actual e reparar noutros métodos e formas de avaliar moito máis eficaces e xustas cos alumnos/as. Tal e como comentaba con Vania neste fío, confiemos en que se está a producir un cambio neste sentido e nós poderemos ser parte del!
Unha aperta e boa semana!😉