¡Buenos días!
En esta entrada vamos a hablar
sobre el enfoque por competencias en el MCER, en concreto, sobre las competencias
sociolingüísticas relacionadas con el aprendizaje de lenguas extranjeras y
que tratamos en el tema 3 de la materia “Las Lenguas Extranjeras en el Contexto
Español e Internacional”: los niveles de referencia de aprendizaje de lenguas y
el desarrollo de competencias.
Para el Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas, las competencias están divididas en dos
grandes grupos, las generales, que no están directamente relacionadas
con la lengua y se dividen en conocimiento declarativo, destrezas y habilidades,
competencia existencial y capacidad de aprender, y las comunicativas,
que hacen referencia al uso de la lengua propiamente dicho, es decir, la capacidad
de una persona para comportarse de manera eficaz y adecuada en una determinada comunidad
de habla.
Las competencias sociolingüísticas
conforman, junto con las lingüísticas y las pragmáticas, las competencias
comunicativas de una lengua, y hacen referencia al conocimiento de aquellas
características sociales y culturales que están implícitas a la hora de usar un
determinado idioma. Según se recoge en el MCER, estas incluirían el dominio de
las siguientes áreas:
- Marcadores lingüísticos de relaciones sociales y normas de cortesía.
- Expresiones de sabiduría popular.
- Diferencias de registro, dialectos y acentos, y lenguaje no verbal.
La lengua y las condiciones
socioculturales a las que está vinculada son sin duda elementos indisociables y,
como futuros docentes, debemos marcarnos como objetivo que nuestros alumnos/as desarrollen su competencia sociocultural con el objetivo de conocer y apreciar la cultura meta, ser
más sensibles y tolerantes a posibles diferencias, y aprender a utilizar el
idioma en su contexto.
Pero, si nos trasladamos al aula de educación secundaria, ¿pensáis que se le da la suficiente importancia a la enseñanza de esta competencia sociocultural? ¿o está el currículo demasiado centrado en la adquisición de la competencia lingüística propiamente dicha? De mi experiencia ya lejana como alumna de secundaria, y quizás bastante distante (espero) de la realidad actual, recuerdo que el proceso de enseñanza-aprendizaje de inglés estaba enfocado prácticamente en su totalidad en el desarrollo de la dimensión lingüística, otorgando mayor importancia al estudio de la gramática, léxico, ortografía, semántica y fonología (por este orden), y dejando a un lado las dimensiones sociocultural y pragmática tan importantes de cara a poder alcanzar una competencia real de la lengua extranjera en su contexto situacional, social y cultural. Salvo contadas excepciones de textos o audios en los que podíamos diferenciar acentos, aprender algunas formas de tratamiento o donde se nos mostraban aspectos generales de la cultura meta (muy centrados en Reino Unido y quizás demasiado estereotipados), no fue hasta la llegada a la universidad y mi etapa de intercambio a través del programa Erasmus en Bangor (Gales) cuando realmente comencé a desarrollar esta competencia gracias a la práctica real del idioma en contexto. Más tarde, ya en el ámbito laboral gestionando escalas de crucero a nivel nacional, pude adquirir mucha más competencia en esta área a través del contacto directo regular con pasajeros de origen británico, irlandés, norteamericano, canadiense y australiano. Esa experiencia me permitió aumentar mi nivel de competencia sociocultural, pudiendo reconocer a través de la lengua y en pocos minutos su procedencia e incluso clase social en base a ciertos marcadores de registro, tipos de saludo o expresiones empleadas para dar las gracias, acentos, normas de cortesía en el trato o uso de slang.
Considero que integrar el
componente sociocultural en el aula de lenguas extranjeras no es tarea
sencilla, ya que resulta complicado decidir qué aspectos enseñar en cada nivel
o cómo hacerlo de forma más eficaz y sin caer en posibles tópicos o
estereotipos que para nada contribuirán a la creación de una consciencia
intercultural en el alumnado. Sin embargo, hoy en día existen múltiples formas al
alcance de un solo clic de lograr que se desarrolle esta competencia, tal y
como emplear soportes reales para crear actividades de aula, como periódicos
locales, revistas, canales de televisión o plataformas digitales. Aquí podéis
ver un extracto de la saga de Harry Potter colgado en la plataforma Youtube que se presta para diseñar actividades de comprensión y expresión oral y en el que se puede identificar a la perfección
el marcado acento británico de Hermonie Granger (concretamente de la
zona sureste del país):
A través del siguiente
vídeo extraído de la misma plataforma, podríamos trabajar también la competencia sociocultural mostrando a los alumnos/as algunos ejemplos de slang australiano
o aussi y programando una actividad dinámica a modo concurso para ver
quién “caza” más equivalencias:
Por otra parte, existen multitud
de recursos y plataformas de aprendizaje de idiomas en línea a las que podemos
recurrir para integrar contenido de ámbito sociocultural en nuestras programaciones didácticas, como es el caso de la web American English en la que podemos encontrar, por ejemplo, fichas explicativas muy visuales como las siguientes que nos enseñan refranes de uso
habitual en EEUU:
Estos tan solo son algunos ejemplos pero estoy segura de que se os ocurrirán muchísimos más. Espero que os haya gustado la entrada y ¡gracias por leerme!😊
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